30.4.10

¿Por qué las mujeres demoramos tanto en el baño?

Los arquitectos/diseñadores de espacios –en este caso baños públicos– deben ser en su mayoría, sujetos. Digo, estoy más que segura que a ninguna mujer se le pasaría este detalle.

Ayer me encontré con unos amigos adorables, a hacer un after office en el Kilkenny. Desde ya voy a decir que estoy vieja, me hinchó soberanamente las pelotas la música tan alta. La selección de temas me gustó, pero el volumen estaba fuera de órbita. Quedé con la garganta hecha pelota. Un despropósito.

Después de algunas cervezas tuve que ir al baño. Al entrar, todo se encontraba limpito, de lo más agradable. El problema lo encontré al entrar al cubículo/box donde se encontraba el inodoro. No pude abrir mucho la tapuer porque se topaba con el artefacto. Eso no me llamó la atención, suele ser común. Cuando entré (por supuesto de costado y si hubiera tenido cinco kilos de más, no pasaba...) y me puse en posiciónde hacer pis me chocaron las rodillas con la puerta. Ojo, mido 1.60, no soy Valeria Maza. Soy más bien un corchito de botella de vino tinto...

Pues bien, inenté varios modos de poder ubicar mi trasero sobre el inodoro (sin tener contacto, por supuesto) pero era casi imposible, el espacio no daba. ¡Qué dilema, carajo! En un momento pensé en subirme al inodoro y ponerme en cuclillas, pero temí por mi propia salud. Con un buen par de cervezas encima podía ser muy peligroso. Además, imaginate salir del baño y hacerme paso entre la gente con una pierna del jean mojada hasta la rodilla y dejando huellas húmedas al pasar... ¡No daba! Me tomó varios minutos encontrarle la vuelta para poder finalemente hacer pis dentro del inodoro y no por los costados.

¡Y después preguntan por qué las mujeres tardamos tanto en el baño...! ¡Loco! ¡Vos fijate!